Durante una entrevista con el también actor Diego Luna, el actor español relató su proceso de adaptación al cine estadounidense desde que debutara hace 25 años en Hollywood.
A estas alturas de la historia no vamos a descubrir quién es Javier Bardem. A sus 56 años, estamos hablando de uno de los actores españoles más reconocidos a nivel internacional, con una exitosa y sólida carrera en Hollywood. Desde que debutara en el cine estadounidense con la película Antes que anochezca a las órdenes del director Julian Schnabel en el año 2000, en la que interpretó el papel del novelista, dramaturgo y poeta cubano Reinaldo Arenas, Bardem ha conseguido consolidarse como uno de los actores más reconocidos dentro de la industria del cine mundial. Hasta el punto de que Brad Pitt lo ha comparado con Anthony Hopkins durante la promoción de la película F1.
Lo cierto es que su versatilidad como actor le ha permitido protagonizar películas tan conocidas como No es país para viejos (por la que ganó el Oscar al Mejor Actor de Reparto), así como otras superproducciones del nivel de Skyfall, Dune, Biutiful o Vicky Cristina Barcelona. A lo largo de estas dos décadas y media, Bardem ha demostrado con creces no solo su talento a la hora de actuar, sino también su capacidad para adaptarse a otro idioma y otra cultura, cosa que a veces no es nada sencillo para nosotros los españolitos.
Pero su camino por el cine estadounidense no ha sido un camino de rosas, especialmente en lo que respecta al idioma. En una reciente entrevista para la revista Variety, Bardem habló con el mexicano Diego Luna sobre las complejidades y particularidades de trabajar en inglés siendo hispanohablante. Ambos coincidieron en que, a pesar de su dominio del idioma, sus instintos interpretativos no se han formado de forma natural en inglés, y que eso implica una serie de matices complicados de manejar, especialmente cuando se está empezando.
Javier Bardem confesó durante la conversación con Luna que cuando actúa en inglés tiene una curiosa sensación: “Yo soy menos tímido en inglés. En español siento que no puedo esconderme. En inglés sí”.
Esto puede nos puede parecer paradójico, pero Javier aclaró que el hecho de actuar en un idioma que no es el suyo materno le otorga cierta distancia emocional que le ayuda a manejar mejor su timidez y vulnerabilidad en los sets de rodaje. Por su parte, Diego Luna añadió que él no siente esa misma distancia, ya que es muy consciente de sus limitaciones al actuar en inglés, lo que le genera un nivel de autoexigencia y autoconsciencia diferente.
Durante la entrevista también tocaron además otros temas delicados, como la interpretación de personajes complejos. Bardem comentó cómo fue para él interpretar a José Menéndez en Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, la serie de Netflix basada en hechos reales, una experiencia que le resultó “increíble” pero también muy desafiante.
Confesó que, en Estados Unidos, la historia era muy conocida y potente, pero no tanto en Europa. Además, destacó una curiosa regla no escrita en Hollywood, según la cual, los actores evitan interpretar personajes que sean pedófilos, un tipo de papel que Bardem afrontó con precaución y con el apoyo de los creadores para no tener que rodar escenas incómodas con menores presentes.