Este matrimonio se conoció en el año 2010 cuando ambos trabajaban en un banco. Dos años después decidieron casarse y desde entonces prácticamente han tenido un hijo por año. El gasto que conlleva tener tantos hijos se hace patente durante todo el año pero especialmente en la etapa estival en que nos encontramos, ya que realizar un viaje con tantas personas conlleva un gran gasto económico que afrontar. No obstante, la pareja ya no tiene pensado tener más hijos.

El matrimonio se reinventa

Son muchas las preguntas que surgen al conocer a un matrimonio con dicha cantidad de hijos. Aunque hay muchas familias en nuestro país en esta situación, no es lo habitual. Por ello, desde la revista ‘Yo Dona’ han querido hablar con esta pareja para conocerlos un poco más. “La mayoría de la gente da por hecho que sí, pero ni somos kikos ni del Opus”, confiesa ella. “Profesamos la fe católica porque hemos nacido en España y practicamos cuando podemos, aunque últimamente nos echan de menos”, apostilla su marido.

Jesús continúa ligado al sector bancario donde conoció a su mujer. Sin embargo, ella se ha reinventado, ya que tras regentar varias tiendas online, ha apostado por las redes sociales como fuente de ingresos. No obstante, solo con poder gestionar todas las tareas domésticas ya sería todo un reto. “En otro momento tuvimos ayuda en casa por las mañanas para tareas de limpieza, pero ahora mismo no contamos con nadie. Tampoco hemos tenido nunca niñera”, confiesa a la mencionada publicación.

En cualquier caso, en las redes sociales se reciben muchas críticas y Ana no duda en dejar clara una diferencia para ella sobre la exposición de sus hijos. “Enseñar el rostro de tus hijos yendo al cine o paseando por el parque no es igual que mostrar su intimidad, sus notas o hablar de su orientación sexual. Tampoco los saco a la calle tapados. Veo clara la diferencia”, explica tras dejar claro que el odio en internet se debe al hecho de no dar la cara y esconderse detrás de un usuario

Sus gastos

En lo que respecta a los gastos de una familia tan numerosa también han sido muy claros. “Ponemos como mínimo dos lavadoras diarias. A veces tres. Intento hacer una compra grande, pero no llega ni para 15 días. No tengo sitio para guardarlo todo”, dicen sobre estos aspectos cotidianos. “Contamos con mi sueldo del banco y con el de Ana, que proviene de las redes. Antes de cerrar la zapatería tuvimos que hacer números y vimos que nos llegaba”, añaden.

Por otra parte, viven en un chalet a las afueras de Madrid que cuenta con seis dormitorios y una sala de juegos para todos. Por tanto, algunos tienen que compartir habitación aunque eso no es ningún problema para sus hijos. Pero los desplazamientos también es algo que se va complicando, puesto que han tenido que comprar un minibús de 17 plazas, ya que les salía más rentable que dos coches para poder distribuirse. No obstante, si van al centro de la capital es imposible aparcar, por lo que lo hacen en transporte público.

Con relación a lo que son unas vacaciones al uso, la pareja es consciente de lo que conlleva. “Nosotros hemos elegido tener hijos, mientras que otros amigos han recorrido ya cien países. A veces señalo a uno de los niños y les digo ‘este es mi Vietnam’”, explica Jesús al mencionado medio. “Hay años que no hemos podido irnos de vacaciones, pero por suerte tenemos piscina en casa así que hemos pasado bien el verano”, confiesan sobre el hecho de no poder permitírselo todos los años.

A sus 41 años Ana considera que es el momento para no tener más descendencia, ya que a principios del 2026 llegará el próximo bebé y esta es la familia que ha querido tener. Sin embargo, sus planes en pareja se han visto reducidos evidentemente. “No podemos dejar a todos los niños a cargo de una sola persona porque es demasiada responsabilidad, pero si surge la oportunidad de repartirlos entre la familia, la aprovechamos”, detallan.