¿Cómo se conocieron Penélope Cruz y Javier Bardem? La historia comenzó en 1992, durante el rodaje de Jamón, jamón, cuando Penélope Cruz tenía 17 años y Javier Bardem, 23. Aunque la química fue evidente desde el primer momento, no iniciaron una relación en ese entonces. Sería el punto de partida de un vínculo que maduró con los años.
Recién 16 años después, en el set de Vicky Cristina Barcelona (2008), cuando ambos ya eran reconocidos internacionalmente y estaban solteros, la chispa volvió a encenderse. “Pasó lo que tenía que pasar”, confesó Bardem. Un amigo los animó a acercarse y, para el final del rodaje, el romance era un hecho.
La relación más importante de sus vidas
Desde aquel reencuentro, Penélope y Javier optaron por vivir su amor lejos del ruido mediático. Nunca confirmaron públicamente su noviazgo, aunque en 2007 una revista los fotografió en las Maldivas. Durante la promoción de la película de Woody Allen, evitaban posar juntos en público, alimentando rumores que ellos decidieron no aclarar.
En julio de 2010, se casaron en secreto en las Bahamas, en una ceremonia íntima celebrada en la isla privada de Johnny Depp, amigo de ambos. Tres años después, ya eran padres de dos hijos: Leo (2011) y Luna (2013). Desde entonces, priorizan la crianza y la privacidad familiar.
Una pareja que evita los flashes… pero que brilla
Ambos ganaron un premio Oscar y se consagraron como los actores españoles más influyentes de su generación. A pesar de haber trabajado juntos en varias películas (Carne trémula, Loving Pablo, El consejero), decidieron no mezclar sus vidas laborales con la personal más allá de ciertos proyectos puntuales.
En una entrevista con el diario ABC, Javier Bardem describió a Penélope como “una mujer decidida, con sangre amorosa, pasión por todo, con una fuerte personalidad, hermosa y sexy”. Por su parte, ella suele resaltar el apoyo que él le dio en su etapa como madre, donde descubrió que su familia era su verdadera prioridad.
Una familia con bajo perfil y valores sólidos
Nunca mostraron públicamente a sus hijos ni comparten detalles íntimos de su vida familiar. Penélope ha dicho que la maternidad le cambió la perspectiva y que ya no le importa el qué dirán. Lo que pasa puertas adentro, queda entre ellos.
Su historia demuestra que es posible vivir una relación profunda y exitosa en medio del vértigo de Hollywood, siempre que el amor se base en respeto, complicidad y discreción.